Metabolismo cromático del cosmos 3ª parte
julio 21 2016
"Prefiero un color sugestivo a una novela pintada"
"Paul Gauguin”
El DISEÑO DEL UNIVERSO A PARTIR DE SU SITUACIÓN CROMÁTICA.
El color visto como una realidad absoluta, dentro de una irrealidad relativa.
Planteando su influencia y efecto cromático,
dentro de un posible estado natural propio; y no como un efecto o ilusión
óptica inventado por el cerebro.
1- LA ESTÉTICA DEL UNIVERSO.
Entendemos como un hecho o situación estética, a todo aquello que hace como referencia a la sensación que produce todo el entorno que nos rodea, mediante el hecho de la percepción.
A partir de la estética de la percepción visual, intentar definir el porqué el universo se muestra mediante una serie de formas, que actúan mediante una serie de circunstancias concretas y determinadas. Sería como entender el lenguaje del universo, a partir de su propio decorado.
A parte del hecho físico del porqué de la materia, la imagen del universo puede llegar a transmitir un mensaje visual, que podría llegar a ser interpretado a partir de una serie de significados concretos y determinados, sería como la semiótica visual del universo.
Si el universo además de estar influido por su
circunstancias físicas. ¿Un posible funcionamiento estético, también podría
influir en su propio desarrollo y evolución?
Nos centraremos en la causa del porqué, toda
situación y formación de las formas, que se manifiestan mediante la percepción
de nuestros sentidos, construyen situaciones más o menos definidas y concretas.
Es decir el universo está construido mediante
formas determinadas y en un entorno que lo caracteriza. Entonces: ¿Qué función
cumplen las formas del universo?
El universo sigue un proceso natural, en su
configuración. estructura y construcción, ello conlleva un esquema determinado
en el desarrollo y realización de su propio diseño.
Si observamos el universo como si fuera un gran
boceto o dibujo, con perspectivas y dimensiones tridimensionales que está
siempre en constante y en continuo en movimiento, que se está transformando y
re-diseñando continuamente, construyendo y constituyéndose en multitud de
formas, a veces de maneras impredecibles, como también producidas al azar.
Si nos fijamos con detenimiento, observamos que
toda su libertad de movimiento y de transformación, parecen estar regidas
dentro de una especie de código con ciertas aptitudes, similitudes y
coincidencias de formación, generalizadas dentro de su sistema de situación, de
lugar, localización, posición y estado en que se basa toda su compleja
estructura y toda su construcción en general.
Este código o sistema de coincidencia, parece
establecer que todas las formas que cohabitan en el universo, para manifestarse
necesitan de un fondo y si este fondo hace a la vez de forma también necesitará
de su propio fondo para poder manifestarse.
Tanto en todo nuestro alrededor y como parece
ser en todo nuestro universo, este código de coincidencia se produce en todas
partes y lugares, incluso nosotros mismos formamos parte de él, aunque
cohabitamos como seres humanos, no dejamos de ser formas en movimiento supeditadas
a un entorno o fondo que nos rodea.
Si el boceto o diseño natural del universo está
configurado, estructurado y construido a partir de formas y fondos más o menos
concretos y más o menos definidos. Ello quiere decir que como diseño natural,
al igual que cualquier diseño artificial, cumplen una función y una finalidad,
que justifiquen su razón de ser y de estar en todo su contenido.
Si partimos de esta premisa que todo diseño
tiene una función más o menos concreta.
¿Qué función o finalidad tendría el propio
diseño del universo?
En lo referente a la investigación científica,
se analizan las partículas de los elementos tanto materiales como energéticos,
en sus diferentes estados y su extraña relación con el concepto del vacío,
situación esta que parece que está todavía por determinar en muchos aspectos
científicos.
En su lado estético cambiaremos la materia por
la forma, su energía por el color y el vacío en donde se produce todo ello,
como su propio fondo establecido.
A partir de estos ingredientes; forma, color y
fondo intentaremos dar una explicación de su situación y engranajes que se
pueden producir dentro de su propio comportamiento.
Solo me permitiré coger las nociones más
populares y conocidas de la ciencia, no para revocarlas ni mucho menos, ya que
no pretendo ser ningún especialista en cuestionarlas, sino todo lo contrario,
lo que pretendo es relacionar ciertas situaciones estéticas de la percepción,
con ciertas situaciones más populares de la ciencia o de la física del
universo.
Intentaremos demostrar que a partir de la
estética de la percepción, esta podría aunque desde otro punto de vista, ayudar
a complementar y resolver ciertos misterios del porqué de su propia función,
dentro del mecanismo en que se rige el propio decorado o paisaje del universo.
Intentar buscar una relación, encontrar una
cierta conexión o coincidencias paralelas que se justifiquen, se re-confirmen,
se auto-ayuden, se re-complementen y se definan a partir de que toda situación
o causa que se produce en todo el universo, actúan como consecuencias de otras circunstancias que lo justifiquen.
Aunque cada situación se diversifique en
distintos elementos, ello no impide que se relacionen mutuamente, de hecho
estamos hablando de un universo, en que estamos todos involucrados.
Al formar parte de él como formas y elementos
propios, también estamos relacionados entre sí.
Creo que hasta ahora, no se ha hecho ningún
planteamiento de indagar en el misterio del universo, a partir de su propia
situación o sensación estética, la intención es demostrar con el máximo de
rigor y de evidencias posibles, otra perspectiva no solo del universo en
general, sino de nuestro propio entorno, evitando razonamientos "de porqué
sí", es decir sin fundamentos previos; razonar es creer, comprender es
demostrar, nos quedaremos con lo último.
Intentaremos no razonar en las
cuestiones que producen su forma de actuar, sino en comprender porque actúa y
se representa como una función, mediante su propio decorado personal.
2- SUJETO Y ENTORNO.
El universo al seguir un proceso, que
construye y estructura su propia configuración, también produce esquemas
determinados de comunicación. Estos permiten que los estímulos que llegan de un
estado emisor, hacia otro de captación, pueden emitirse en su propia percepción
particular, mediante situaciones que determinan maneras de comportamiento, de
conducción, de contacto y de transmisión, a la hora de realizar, producir o
procesar información, hacia los sentidos receptores.
La información que percibimos, está constituida
de datos que notifican posibles contactos y conexiones, en la comunicación de
los estímulos sensitivos, de un emisor hacia un receptor.
Toda las sensaciones que percibimos con los
cinco sentidos, en la mayor parte de situaciones que se producen en nuestro
alrededor, las recibimos desde el exterior hacia nosotros, si realmente
procesamos ciertas informaciones, es porque estas se producen en la realidad
conceptual de todo lo que nos rodea.
La fuerza de captación o localización, dentro de
los sentidos del receptor dependen de la capacidad de información que pueda
recibir de su realidad exterior.
Si su entorno no se relaciona o no inter-actúa
con el receptor, sus sentidos por sí solos no serían capaces de captar la
capacidad de información externa. Si no hubiera una conexión de la percepción
externa, con la recepción del sujeto sus sentidos por si solos no se
manifestarían.
No es el receptor que condiciona su entorno,
sino que es el entorno que condiciona al receptor.
Un ejemplo de ello sería la misma imaginación;
esta no deja de ser una mezcla o producto de informaciones más o menos imitadas
que captamos o percibimos en toda nuestra sensación de la realidad que nos
envuelve.
Todo lo que percibimos de una manera consciente,
se rellena en el almacén del subconsciente del receptor.
Todo lo que recordamos en un momento dado, o lo
que captamos en los sueños, no dejan de ser copias de formas y hechos más o
menos construidos, reconstruidos, distorsionados o mezclas de situaciones de la
propia realidad que se producen a lo largo de todo nuestro alrededor.
El sujeto como centro receptor, va captando las situaciones y los hechos, a medida que va evolucionando a base de ser, estar y perseverar, aunque no deja de ser el eje central de lo que percibe, tampoco deja de ser un elemento más dentro de su propio entorno.
Se da cuenta que su importancia individual como
receptor, no dejan de ser un conjunto de elementos, que forman y moldean su
propia situación, dándose cuenta que su riqueza individual está formada en base
a una suma de elementos, materiales y biológicos que se han mezclado,
reconstruido y formados a partir de la influencia de su propio entorno.
3- SUJETO Y ENTORNO CROMÁTICO.
Este planteamiento puede resultar
extraño al contradecir algunas funciones que discrepo, con la percepción del cerebro,
respecto a la percepción cromática del color, está establecido que este no
existe en la realidad física de la materia, que no deja de ser una ilusión
visual creada por el propio cerebro.
Ahora si el color no existe para la realidad física de
la materia, en cambio si podría existir dentro de la sensación visual, formando parte de la estética de las
formas.
Incluyendo todos sus matices y tonalidades como
un conjunto de elementos visuales, que constituyen situaciones básicas que son
regidas dentro del estado cromático; gracias a ellos deducimos el contraste de
unos respecto a otros; y con todo ello la noción de las formas del color con
respecto a un fondo; dando lugar el resurgir o nacimiento de la perspectiva o
la noción de la distancia entre las formas de los objetos.
Todas estas circunstancias tan vitales para
percibir el sentido de nuestra realidad y existencia visual, son plasmadas
gracias al hecho cromático de los colores, que además ayudan a reconfirmar y
resaltar la realidad física de las cosas, produciendo situaciones básicas y
fundamentales que estimulan y dan a la vida, su propio sentido visual.
Y aún así y todo ello, llegar a decir que el
proceso cromático no existe en la realidad física de las cosas, sí que
podría existir dentro de la realidad visual, es decir por el mero hecho de verlo.
Ver implica una realidad de consciencia. ¿En base
a qué el cerebro produce e inventa el color dentro de su propia consciencia?
Todavía no hay una explicación lógica para ello que explique la verdadera
naturaleza y causa sobre el origen del color.
4- LA INFLUENCIA CROMÁTICA.
¿El estado o situación cromática podría influir en
que las formas que se producen en el universo tengan una construcción o
estructuras concretas?
Si el diseño natural del universo se construye
mediante formas determinadas. ¿Podría ser debido a que el color también cumpla
una función que ayude a que se manifieste como tal?
¿Sé le podría además relacionar su posible situación, como un engranaje más dentro del universo, a partir de la percepción cromática que plasma la estructura visual de todo su
contenido?
Dentro de su posible diseño, me gustaría
plantear la construcción del universo con lo que yo estoy acostumbrado a ver,
mi entorno visual es un cúmulo de formas y fondos constantes y efímeros a la
vez. Contrastados por multitud de colores, también a su vez constantes y
efímeros, formas, fondos y colores pueden se más o menos sugestivos estéticamente, pero lo más importante es su función, su objetivo.
Toda forma y color cumplen una finalidad, su
mero hecho de ser y de estar, están siempre supeditados a un fondo que lo
contrasta, delimita, diferencia, cohabita y complementa, diferenciándose gracias a la variedad de
contrastes de los distintos tonos del color que conllevan.
Gracias al contraste de los colores, definimos las formas, gracias a las formas definimos a los fondos, gracias a los fondos
definimos el espacio, gracias al espacio definimos un entorno. Entonces si
tenemos en cuenta estos factores.
¿De qué y cómo evoluciona el universo en base
a lo que hay y está formado?
Para lograr el objetivo me he permitido coger
solo nociones básicas de la física, para relacionar y comparar dicha situación
respecto a la forma, estructura y funcionamiento del diseño del universo.
Teniendo en cuenta factores que hasta ahora no se habían planteado dentro de
este contexto, como la forma del universo en relación con el color.
Intentaremos dar una explicación cromática sobre
la posible función de este fondo oscuro que predomina en el universo.
Indagaremos como el color es un estado relativo
independiente del cerebro.
Intentaremos demostrar que el color no solo es
una cualidad de la visión; y que no solo existe en el cerebro, sino también
fuera de él.
Plantearemos que su estructura o construcción cromática podrían
influir en el funcionamiento del universo y en su posible causa.
5- EL CEREBRO CREADOR O RECEPTOR.
La posible realidad de percibir el
universo, intenta ser asimilada por el cerebro dentro de su propio esfuerzo
receptivo, analizando y sintetizando su entorno para poder adaptarse,
informándose de circunstancias y situaciones que implican al sujeto. Si el cerebro
llegara a percibir una realidad distinta a la suya, no sobreviviría ya que
actuaría con una información equivocada, con respecto a la realidad de su propia
situación con el entorno, no se inventa una realidad para sobrevivir, sino que
mira de conocer y acercarse a su propia realidad para sobrevivir.
El hecho de que el cerebro, nos pueda engañar en
un momento dado mediante su propia visión, no quiere decir que toda la realidad
que ve, se construya en el cerebro, en todo caso construye una cierta realidad
partiendo de lo que va conociendo o ya conoce.
En el caso de una alucinación la imaginación
visual saca imágenes o escenas que tiene guardadas en la memoria, el cerebro
visualiza a veces hechos que no son reales, pero esta imágenes irreales no
dejan de ser patrones o copias tomadas de la realidad, a veces suelen aparecer
en formas más o menos nítidas o confusas, incluso sin orden y sentido como
puede ocurrir en algunos sueños o en ciertas alucinaciones. El surrealismo fue
el movimiento artístico que más se acercó a esta situación.
Las imágenes virtuales o ilusorias del cerebro,
no dejan de ser reflejos o imitaciones derivadas de la realidad que percibe,
incluso puede llegar a montar un decorado visual, mezclando distintos decorados
pero siempre partiendo con imágenes archivadas, en el recuerdo de la memoria,
no es que vea siempre con imágenes del pasado, también puede interactuar con
imágenes captadas del presente, pero siempre en base a lo que ve o ha visto.
En caso de los efectos ópticos la imaginación visual,
juega un papel primordial para sacar una imagen camuflada, dentro de otra
imagen en un momento dado, a base de perseverar ve una u otra, pero es el juego
de imágenes que engañan al cerebro no a la inversa.
Las imágenes que se producen dentro de la
imaginación visual, puede plasmar tanto escenas ordenadas como desordenadas,
incluso pueden llegar a producirse visiones, fuera del contexto de lo que sería
una imagen real, consciente y racional, todas estas imágenes aunque estén
desvirtuadas, están inspiradas en la mayoría de los casos, en escenas que
plasman nuestra realidad consciente, el cerebro las imita en forma de imágenes
o patrones virtuales, sacándolas y partiendo de patrones bases asimilados en la
memoria visual, a partir de las influencias emitidas y producidas en todo nuestro entorno exterior.
Toda esta variedad de alteraciones, desórdenes
y re-colocaciones en las imágenes ilusorias las percibimos, siempre en base a
algo ya constituido, se construyen a partir de las imágenes que nos parecen o
nos recuerdan a los modelos de la realidad asimilada de nuestro entorno
perceptivo.
La percepción visual generada por el
subconsciente partirá siempre de conceptos sacados de nuestra realidad externa.
Por ejemplo imaginemos un cuadro surrealista de
"Magritte" El señor del bombín en cuya cara se ve una manzana, el
cerebro del pintor tiene asimilado que existen señores con bombines, como que
existen toda variedad de frutas. La audacia del surrealismo es la forma en que
se expresa la manzana flotando en la cara del señor. Aunque la imagen es
totalmente fantástica los conceptos son reales, ya que señores con bombines
pueden existir y por descontado las manzanas también.
Añadimos otro detalle una imagen real no tiene
que ser por sistema una imagen viva, puede ser un señor andando vivito y
coleando o la imagen de un dragón pintado en un papel. Uno es real y el otro
imaginario, pero los dos coinciden en algo, ya que los dos no dejan de ser
imágenes con formas contrastes y colores, aunque sean tridimensionales o
bidimensionales, no por ello dejan de ser formas concretas dentro de sus
propias características personales.
Las formas que mejor se adaptan en la memoria,
mejor se concretan y gracias a ello mejor se definen.
Mediante la percepción de los sentidos, el
cerebro se va concretando con el entorno, un proceso largo y evolutivo y al
parecer con mucho desgaste energético.
La cuestión es. ¿Se puede inventar el cerebro
una imagen o un hecho real en base a lo que no ha visto?
A todos los que somos aficionados al cine
recordamos películas consideradas como obras maestras, ya que innovaron en sus
respectivos géneros. Ejecutan tramas y secuencias audiovisuales de una manera
inusual que sorprende al espectador. Pero si partimos que toda innovación se
produce en base a algo ya establecido, es decir la originalidad es combinar los
ingredientes, de una manera inusual para el espectador y que estos causen
sensación en su entorno. El western psicológico de Sergio Leone es un ejemplo;
inmortalizó un mundo de miradas profundas que no decían nada pero que a su vez lo decían todo, innovó al mezclar la psicología visual con
el western característico. Sergio Leone para innovar tuvo que hacerlo por fuerza en base a
algo, de hecho lo que hizo fue mezclar dos situaciones que ya existían; el
western como género que ya estaba establecido y la psicología como ciencia ya
reconocida, una parte importante de su maestría, es que fue uno de los primeros en
mezclar o relacionar los dos conceptos.
Todo lo que produce el cerebro es porque lo
percibe de su entorno, el cerebro inventa a base de mezclar las formas y sus
contenidos, de hecho toda invención no deja de ser una novedosa construcción
con elementos que ya están formados y que hasta ahora no se habían mezclado; es
decir no se habían encontrado, aunque estos elementos por separado ya existían
en la realidad de los hechos.
El cerebro inventa a base de innovar y renovar,
construyendo y reconstruyendo, su creación no deja de ser una construcción
re-combinada, que capta de la realidad externa con otros elementos que ya están
constituidos o formados, por ello es imposible para el cerebro crear en base a
nada. De hecho la evolución natural no admite creaciones sin una base de fondo,
ya que siempre busca un porqué una causa o circunstancia, mediante el cual pueda justificarse a la hora de manifestarse en una situación concreta y determinada.
6- ESTADOS Y ELEMENTOS ABSOLUTOS Y
RELATIVOS.
El porqué la evolución pueda construir circunstancias o situaciones nuevas, tal vez resida en diferenciar
y definir bien los elementos en sus respectivos estados naturales.
Elementos que cohabitan en estados absolutos y
otros que cohabitan como estados relativos.
Percibimos los elementos como una consecuencias
o propiedad a partir de unos estados concretos, todos los elementos están construidos o
asimilados en consecuencia a estos estados determinados.
Elementos naturales como la tierra el agua el
aire se definen por ser estados sólidos, líquidos y gaseosos; establecen que
sus propios elementos son palpables dentro de unos estados más o menos
absolutos, es decir lo que nosotros percibimos como estados reales ya que los
podemos ver sentir o tocar.
El cerebro tiene bastante bien definido lo que
son los elementos naturales en referencia a estados más o menos absolutos, la
dificultad estriba cuando trata de definir lo que podrían ser elementos
naturales, en referencia a estados más o menos relativos.
Dejando aparte el "tiempo y el espacio
relativo" que más que un estado sería una cualidad, un atributo, un
aspecto o una condición dentro de la naturaleza física de las formas, tan bien
tratados por físicos como Lorentz, Poincaré o Einstein por ejemplo.
Nos centraremos en el estado que es el más
relativo e inestable, en lo que concierne al diseño estético visual de la
naturaleza, el estado cromático o todo lo que conlleva color.
El color se define físicamente como una
impresión es decir un efecto o alteración debido a un estímulo externo que
produce en la retina los rayos de luz reflejados y absorbidos por un objeto.
El color nos llega como una impresión mediante
estímulos externos, se nos transmite del exterior al interior de la retina, los
estímulos externos que nos llegan en una serie de frecuencias luminosas, más o
menos visibles, nos emiten el color.
Aunque luz y color van relacionados, no tienen
nada que ver.
La luz visualiza el color, justifica la
luminosidad cromática y permite la visión. El color es el desarrollo de los
valores cromáticos se sirve de la luz para mostrar sus distintas variedades de
tonos.
Sin dejar de tener en cuenta la importancia de
la luz sobre el color, intentaremos separar la cuestión luminosa del color de
lo que es la cuestión cromática del color.
La cuestión cromática o desarrollo de las
variantes del color, se manifiestan dentro de la estética visual, mediante sus
diferencias tonales y sus variantes de mezclas, además de sus alteraciones de
intensidad.
Las diferencias tonales se reproducen en sus distintos matices de color, influye la intensidad que pueda conllevar un
tono cromático en un momento dado.
Estas diferencias de intensidad nos pueden
llegar a alterar el tono de distintos colores, incluso el de un mismo color.
¿Podríamos definir el color como una cualidad natural a partir de su vertiente o faceta relativa?
¿Todo color permanente podría esconder otra realidad relativa?
Entonces. ¿Cuál es el auténtico color de un tono concreto?
Un tono cuya intensidad puede ser más o menos
estable sería un color más o menos permanente.
En cambio sus diferencias de intensidad lo
convierten en un color inestable y efímero y por tanto conlleva que su
tonalidad puede llegar a ser relativa en unas situaciones concretas. Estas
circunstancias también se producen en el llamado "metamerismo del
color".
El metamerismo es una descripción científica dentro del fenómeno del color, donde dos muestras de color que parecen iguales dentro de una fuente de luz, dejan de ser iguales cuando se ven dentro de una fuente de luz distinta.
El metamerismo es una cualidad de nuestro sistema visual, para interpretar también como idénticos en determinadas condiciones dos colores que en realidad no lo son.
En ello influye la cantidad, la calidad, el tipo de luz que se emite en un objeto y el color de fondo del objeto iluminado.
En el caso de los cerebros de distintos observadores que miran
por ejemplo, un mismo color de un vestido. Están construidos físicamente con
modelos similares respecto a la percepción.
El problema está en que hay diferencias
internas, producidas por deficiencias biológicas en el desarrollo visual del
sujeto; daltónicos, acromáticos, dicromáticos, tricromáticos, además de ciertos niveles de ceguera, lo que se define
como "metamerismo de observador".
También hay diferencias externas producidas
por el entorno del sujeto, como la intensidad luminosa que recibe cada
individuo en concreto, como el llamado "metamerismo luminoso" en que
dos colores se ven iguales en un mismo foco de luz pero se ven distintos al variar
las fuentes de luz.
O según su posición o situación como el
"metamerismo geométrico" o posición angular.
También respecto al color, o la distancia que
puede influir en el tamaño del color del objeto, a menor distancia mayor
nitidez, a mayor distancia menor nitidez, en el caso último el también llamado
¨metamerismo de campo" en el que dos colores iguales pueden variar según
la distancia.
Lo curioso del caso es que el color al ser catalogado como un hecho físico que no existe en la realidad de las cosas, necesite de toda una serie de procesos físicos para poder llegar a controlar sus tonalidades y aún así por muy precisas que puedan llegar sus mediciones, en igualar distintos tonos de color, el hecho relativo siempre se impondrá al hecho absoluto del tono de cualquier color.
Aunque haya procesos técnicos y físicos como la luz, en sus distintos sistemas de iluminación, respecto al fondo de un color de un objeto iluminado, para poder llegar a catalogar un tono determinado, dentro de su propia realidad cromática. La cuestión es que el color catalogado como una cuestión ilusoria fuera de la física material y energética, necesite de toda una serie de procesos físicos, para poder llegar a controlar y definir un tono más o menos concreto.
El color como un efecto ilusorio dentro del cerebro, si necesita de una serie de hechos físicos mediante un metamerismo experimental de medición de tonos, aunque sea de una forma más o menos relativa, el hecho de poderlos catalogar dentro de unos estándares de medición más o menos definidos, implicaría que el hecho ilusorio del color se hace patente dentro de la realidad de la visión.
No se puede por ejemplo comparar el efecto ilusorio de un sueño con el efecto ilusorio del color, vemos los sueños solo cuando estamos dormidos, en cambio vemos el color en los sueños mientras dormimos, pero a diferencia de los sueños, también vemos los colores cuando estamos despiertos.
En conclusión si el color necesita de procesos físicos para catalogarlos, será que no es tan irreal como parece ser. Mejor sería definir que la realidad cromática, se complementa con la realidad física de los elementos, para llegar a completar el engranaje que activa y reactiva todo el funcionamiento del universo.
7- LA REALIDAD DEL COLOR.
Como hemos comentado; decir que el color
es un hecho subjetivo que no existe en la realidad y que es un producto del
cerebro, ello no es suficiente para explicar la verdadera naturaleza del color
y su esencia o causa cromática.
Aunque dos observadores vean un mismo color con
distintos tonos; una cosa es explicar el fenómeno de porqué no los vemos
iguales. Y otra es explicar el porqué vemos colores aunque no sean iguales.
Decir que los colores no existen en la
naturaleza de las cosas, tal vez no existan en la física natural de la materia,
pero si en la estética natural de las formas.
El esfuerzo del receptor, es que a base de
evolucionar el aparato visual, pueda llegar a percibirlos pero no ha crearlos.
El cerebro del receptor ni crea ni inventa los colores. Su trabajo es
desarrollar la percepción de la visión para poderlos ver, no para inventárselos.
La evolución natural no admite creaciones o inventos de la nada.
Todo lo que se inventa, es a base de recombinar o reconstruir elementos, de una manera tanto consciente o incluso también de forma inconsciente, como en situaciones premeditadas, o al azar, o por casualidad, así como percibir accidentes o situaciones naturales que le permitan construir situaciones nuevas, en base a relacionar el entorno característico que se produce dentro del mismo el universo.
El receptor a base de paciencia y esfuerzos, puede llegar a construir elementos nuevos para mejor adaptarse en sus distintos estados, así como percibir y diferenciar situaciones y circunstancias de su propia realidad, puede inventarse elementos nuevos a base de recombinar los mas antiguos. En cambio los estados los puede llegar a percibir pero no puede inventarlos. En el caso del color, es imposible que sea un producto de él, ya que el color se manifiesta mas como un estado que como un elemento.
Que yo pueda ver los colores es un problema de
mi adaptación visual para verlos, no es un problema del color en sí, igual que
como no tiene que ver con la luz, tampoco tiene que ver con el observador. Una
cosa es el color y otra es poderlos ver.
Así como percibimos la realidad absoluta de las
formas materiales en nuestro entorno. El color se puede definir, como una
realidad absoluta que existe en la naturaleza; que a diferencia de la materia
se puede mostrar a su vez como una irrealidad relativa.
Como decía Josef Albers: " En la percepción
visual casi nunca se ve un color como es en la realidad, como es físicamente.
Este hecho hace que el color sea el más relativo de los medios que emplea el
arte".
Nunca se ve un color como es en realidad sino en
el momento en que se ve; ya que en otro momento de su situación se vería en
otro tono o con distintas intensidades.
La materia puede ser incolora, pero el color
puede ser transparente pero no incoloro, gracias a ello se complementan ya que
el color interacciona con la materia produciendo el contraste cromático de las
formas.
La contracción gravitatoria de la materia
produce energía, la energía expande la luz, la luz ilumina la materia y el
color. Ahora el color no es luz ni materia ni energía. ello no impide que se
combinen unos con otros para que el universo pueda desarrollarse como tal.
8- EL COLOR DEL UNIVERSO.
¿Sí el color fuera una ilusión física, su propia
estética cromática también lo sería?
Aunque físicamente el color se manifiesta dentro
de una realidad aparente, su propia estética cromática es fundamental para
definir y contrastar todas sus variantes del color. Por ello en el universo
estético se nos puede mostrar, dentro de su vertiente de realidad más o menos
absoluta o permanente, camuflado dentro de su propia vertiente de irrealidad
más o menos relativa.
¿Podría haber una influencia o un significado
paralelo que conectara la física de las formas con la estética cromática de las
formas?
La estética del color podría influir con la
realidad de las formas, manifestándose dentro de su propia apariencia relativa
y su influencia, es detectada gracias al contraste que delimita, profundiza y
realza las formas materiales que se propagan por el espacio.
El contraste cromático sería el punto de
encuentro o de posible conexión, que diferenciara los límites de las formas,
resaltando mediante sus tonos de color, una posible evolución o transformación material, dentro
de un fondo espacial que parece predominar en todo el universo.
El contraste cromático se produce cuando dos o
más colores distintos resaltan sus diferencias de tonos, un rojo contra un
amarillo por ejemplo. También cuando un mismo color tiene variantes de
intensidad luminosa, lo que sería un contraste de intensidades de tono.
Si quisiera ahora intentar pintar o dibujar un
mapa del universo para colorear y definir las formas figurativas, el contraste
cromático es fundamental a la hora de determinarlas, diferenciarlas, definirlas
y delimitarlas, aparte de dibujarlo con las herramientas adecuadas, necesitamos
de los colores para pintarlo.
Vemos estrellas brillantes que iluminan el
espacio oscuro, para pintarlas necesitaré de una cantidad de blanco, un
poco de amarillo algunas pinceladas de rojo para las estrellas que se alejan y algún toque de azul para las que se acercan.
Para conseguir que resalten al máximo, me veo
obligado a poner un fondo totalmente contrastado y opuesto. Si quiero pintar el
fondo oscuro, me veo obligado a poner una gran cantidad de negro. Si nos
acercamos a una estrella el fondo oscuro disminuirá, usaré cada vez menos
cantidad de negro, en cambio necesitaré más blanco en general y a cuando más me aleje será
todo lo contrario, aumentaré el tono de negro.
Si ahora este cuadro que estamos pintando, le
dotamos de cierto movimiento, como si se tratara de una película de dibujos animados, al imitar los desplazamientos de las
estrellas, los puntos blancos al ser luminosos son emisores respecto a sí
mismos, y tienden a difuminarse hacia la negrura de la oscuridad.
¿Pero que puede suceder con dicha difuminación?
Si por ejemplo tiramos una simple gota de un
pigmento de color, en medio de un océano, lo más fácil es decir que a la larga
desaparece, pero realmente no es así, en todo caso se mezcla, se difumina y se
expande, la gota es absorbida y en consecuencia, expandida dentro de la
inmensidad del océano.
Algo similar le ocurre a la pintura de mi cuadro, el blanco se difumina, es expandido hacia el entorno oscuro que
lo rodea representado por el tono negro, el "llamado ausencia del
color" que paradójicamente su tonalidad cromática en la estética del
universo, coincide con mucha similitud, con el tono de la oscuridad del propio
universo.
En el proceso cromático, los colores luminosos
también llamados de síntesis aditiva, cuya mezcla o suma emisora dan como
resultado el blanco. A diferencia de los absorbentes, también llamados de
mezcla sustractiva, cuya suma de colores dan como resultado el negro.
Los tonos de los colores tanto emisores como
absorbentes, incluso extremos como el blanco y el negro, no impiden que puedan
tener, un cierto matiz e intensidad propias.
Tanto un color negro absorbente extremo, como un
blanco emisor extremo, por muy opuestos que sean entre ellos, dentro de la
estética cromática siempre tendrán un tono más o menos concreto y por
descontado una intensidad cromática de color.
Un color negro, aunque carezca de ausencia de
luz, es indispensable cromáticamente. Sin él no podría completar el cuadro cromático del universo.
Su opuesto el blanco, aunque pueda conservar
toda su tonalidad emisora y sus variedades de intensidades de luminosas, poco
podría diferenciarse si careciera de tonos opuestos, viviría en un universo
dentro de una tonalidad emisora casi absoluta, ya que sus tono estaría limitado
dentro de su propia luminosidad y como consecuencia de ello, habría poco
contraste a su alrededor.
Aunque a nivel local pudiera ser factible; por
ejemplo un cuarto cerrado pintado de blanco, además de estar totalmente
iluminado con una luz constante, el propio cuarto podría convertirse en su
propio universo personal, con tonalidades mayoritariamente luminosas y como
consecuencia de poco contraste. Pero en el mapa estético del universo, no solo
perviven los colores luminosos. Sino que conviven los colores aditivos con los
sustractivos, manifestándose sus límites entre tonos mediante su propia
diferencia de contraste.
Vemos que las diferencias que producen el
contraste cromático, son fundamentales para pintar el mapa del universo. La
mezcla de todos los colores aditivos o luminosos, que dan como resultado
extremo el color blanco, junto con la suma de los colores sustractivos o
absorbentes que dan como resultado su opuesto extremo, el color negro. Se
manifiestan gracias sus variantes de tonos y de intensidad, de hecho es como si
uno diera su razón de ser y justificara su existencia gracias al otro. Un tono
blanco emisor, puede definir su contraste, al compararse y cohabitar con un tono negro
absorbente y a la inversa.
Cada uno obra en consecuencia del otro.
Sus consecuencias son recíprocas, se
complementan mutuamente al ser opuestos en sus tonos y como circunstancia contrarios en su forma de actuar.
A diferencia de la construcción natural de la
materia, que se muestra mediante fases o escalas evolutivas; la mezcla de
elementos materiales producen situaciones nuevas, unos son consecuencias de
otros, no han de ser siempre recíprocos y no tienen obligación de
complementarse, los elementos pueden individualizarse o juntarse, pueden evolucionar en conjunto o por separado.
En cambio en un universo estético, no hay una
evolución escalar, el negro no es una consecuencia del blanco ni al a inversa,
sino que uno actúa como consecuencia o con motivo del otro, pueden mostrarse como
tonos individualizados y con distintas singularidades o distinciones
cromáticas. Al no haber un antes o un después escalar, evolucionan
paralelamente. Este paralelismo da como resultado que las diferencias de color
dentro de un universo estético, pueden ser extremadamente inversas pero no
pueden actuar por separado; ya que para determinar sus diferencias cromáticas, han de complementarse mediante su propio desenlace y conexión inversa opuesta y
contraria.
Dentro de la escala cromática, no hay un antes y
un después entre los colores, ellos no evolucionan por antigüedad, un rojo no
es más viejo que un amarillo, evolucionan a partir de sus diferencias y
variantes de color mediante sus mezclas y sus contrastes de tono. Se puede decir
que el color actúa más como un estado que como elemento.
Las diferencias de los estados que definen los
elementos materiales, los reproducen diversificándolos, en su forma de combinarse, produciendo una transformación de los elementos.
Un mismo elemento se diversifica de manera
distinta en diferentes estados, ya que no se comporta igual dentro de un estado
sea sólido, liquido o gaseoso.
Las diferencias de color dentro de los estados
cromáticos, perfilan remarcando las formas de los elementos, a partir de su
manera de evolucionar, diversifican y diferencian las formas mediante el
contraste, producidas por sus diferencias de tono.
Una misma forma se diversifica de manera
distinta en diferentes situaciones de color, un cuadrado por ejemplo será
idéntico de forma aunque cambiemos de color, pero su forma se diversifica al
variar su intensidad de color ya que tendrá más o menos contraste, resaltará
más o resaltará menos, según la diferencias de claridad u oscuridad que se
entremezclan o interaccionan en su propio entorno.
Entonces para pintar el cuadro la intensidad
luminosa, jugaría un papel primordial en la evolución de un universo cromático.
Cuando la intensidad luminosa se acentúa, los
colores emisores se alejan de las influencias extremas del blanco y negro,
acentúan su propio tono al máximo, acercándose dentro de su pureza como color que puedan llegar a emitir en su máxima tonalidad, acercándose a situaciones cada vez más absolutas y de saturación.
¿Qué pasaría con el contraste al encontrarse un
tono luminoso casi absoluto o saturado, con un tono oscuro absorbente?
Resaltarán el contraste de uno respecto al otro,
su encuentro sería más efusivo, su emisión cromática saturada por la luz, tardaría más en expandirse, pero a
la larga también se difuminaría.
Realmente los colores emisores, tienen un
límite de emisión, los puntos luminosos que había pintado en el cuadro, han
desaparecido, ya que la estrella modelo que habitaba en el universo físico ha
agotado toda su energía. Ello no impide que el tono el blanco, que había pintado
antes a partir de la luminosidad de esta estrella, continúa expandiéndose por
su fondo negro opuesto, como la gota de pintura que se difumina en el mar.
9- LA PERSISTENCIA DEL COLOR EN EL
UNIVERSO.
"Y toda la luz ya no está y en
cambio si que persiste la oscuridad. ¡Qué raro! ¿Porqué aguanta? Espero a que
termine; pero sino traigo cerillas no hay forma de eliminarla. Llega un momento
en que no tengo más cerillas pero la oscuridad vuelve a resurgir..."
Si comparamos una estrella con una cerilla, vemos que tienen un punto de coincidencia, llega un momento en que agotan sus reservas, ya que han expandido gran parte de su materia mediante energía caliente y luminosa, hasta difuminarse dentro de una oscuridad total.
La energía esta limitada como forma respecto a un fondo oscuro con límite y tamaño indefinido, la energía está compuesta por partículas elementales y algunas sin masa como el fotón luminoso, no por ello carecen de forma. La oscuridad al actuar como un fondo indefinido, produce que la forma limitada nunca pueda cubrir por completo la propia oscuridad indefinida, ya que esta no tiene límites como forma respecto a la formas limitadas de la materia y de la energía.
En el cuadro pintado del universo, los puntos luminosos que han desaparecido los voy supliendo con el color negro. Todo color emisor se habría difuminado contra su propio contraste opuesto y oscuro, aun después de consumirse su origen o forma emisora por agotamiento de su energía luminosa y de calor, los continúo difuminando indefinidamente, haciendo que se dispersen dentro de la absorción oscura, prevaleciendo esta como alternativa a la falta de luz.
En el cuadro, los colores luminosos por
muy intensos y absolutos que puedan llegar a ser, al expandirlos a la larga usaré cada vez
menos colores luminosos y como alternativa, cada vez más el negro oscuro.
De hecho nunca dejaré de difuminar blanco o colores alternativos, pero su intensidad luminosa cada vez está más marcada por la cantidad de negrura que voy pintando, en contraposición cada vez tengo que pintar con más cantidad de negro; y su contraste en consecuencia, es cada vez más oscuro. Su intensidad iría en aumento, me vería obligado a pintar un tono negro con matices cada vez más intensos puros y acercándome a una posible saturación.
En la física del universo la oscuridad no existe
como tal, al no haber una explicación específica como ocurre con la luz. Se
define que la oscuridad es simplemente ausencia de luz. En el universo
cromático la oscuridad da una explicación, al especificarse mediante su
similitud visual, con los matices que involucran el tono de negro de la propia
oscuridad.
Cualquier color dentro de sus variantes de
tonalidad en la escala cromática, pueden llegar a tener un punto de intensidad,
en el que se hace patente su grado de saturación. Un color no luminoso puede carecer
de saturación de luz, pero en contrapartida y como opuesto oscuro podría
producirse una saturación absorbente de su propia negrura.
¿Entonces qué pasaría, si llegara a saturarse el
color negro que pinto en mi cuadro?
El negro absorbe porque es oscuro,
independientemente de que encuentre luminosidad; si lo comparamos con un
aspirador mientras este, esté en funcionamiento, la acción de absorber, se hará
patente encuentre o no alguna cantidad de polvo por tragar.
Si un color oscuro casi absoluto llegara a saturarse en un cierto grado de pureza de tono, su propia saturación ya no admitiría más intensidad de negrura. En contra partida mientras la oscuridad esté conectada con su propia negrura, no puede dejar de absorber, igual que el aspirador en funcionamiento, no dejaría de absorber aunque no hubiera polvo que limpiar.
La saturación presionaría o refrenaría a su propia intensidad absorbente, produciendo consecuencias que podrían afectar a la expansión de la materia difuminada indefinidamente.
En el cuadro pintado una posible saturación del
color negro, me impediría aumentar la intensidad de su propio tono, en
consecuencia su absorción sería frenada por su propia presión saturada.
Los colores emisores difuminados, al sentir su
entorno absorbente refrenado por la saturación, podrían ralentizar su propia su
expansión emisora.
Dentro de la propia negrura saturada, todas las formas materiales que en su origen produjeron los colores emisores y luminosos mediante la expansión de la energía, al disminuir la potencia intensiva de su opuesto absorbente, perderían fuerza expansiva, ello permitiría que se reagruparan más fácilmente mediante su propia fuerza de gravedad material.
La fuerza gravitatoria atraería y re-comprimiría la materia para contrarrestar su propia expansión absorbente, reactivaría su propio contraste, al volver a reactivar su propia luminosidad emisora. Parte de la negrura de la oscuridad iría perdiendo saturación oscura a medida que vuelve a ser iluminada, al reproducirse otra vez la energía luminosa.
En mi cuadro cromático del universo, volverían a reagruparse los
colores luminosos, estos retornarían a emitir los tonos de color emisores en un fondo oscuro absorbente cada vez menos saturado, a medida que se activa la
iluminación emisora, pero como el fondo negro no puede dejar de absorber,
volvería a saturar su negrura a medida que vuelva a difuminar y expandir la
luminosidad de los tonos emisores.
En el cuadro cromático la absorción de la negrura,
es constante puede variar en su intensidad y producir saturación, pero nunca dejar
de absorber. En contrapartida los colores luminosos, dejan de emitirse, debido a que su
foco o centro emisor tiene un límite, al llegar a agotar y difuminar toda su energía emisora en un momento
dado.
La luz se difumina al consumirse el límite de la
energía emisora, en contrapartida la oscuridad absorbe la energía luminosa, la
absorción al ser constante a pesar de sus variantes de intensidad, no sufre desgaste, ello no impide que se produzca una interacción personal que pueda repercutir en su propio entorno, cuando su tono oscuro se satura dentro de su propia absorción, produce una presión cromática contra su propia tonalidad que podría repercutir cambios en la temperatura, al ralentizar la expansión y como consecuencia de ello, también afectaría a la materia, a su propia energía y a su propia luz emitida.
Debido a ello sería la consecuencia de una curiosa circunstancia.
¿El hecho del por qué pagamos recibo de luz en cambio no de oscuridad?
A continuación:
Metabolismo cromático del Cosmos 4ª parte.
1- La cuestión del color como estado y no como efecto.
2- La parte subjetiva del color y el misterio de “Los Qualia”.
3- El tono negro de la oscuridad cosmológica y su relación con la temperatura.
4- La fuerza del contraste cromático en la formas y el fondo cosmológico.
– Como influencia de la gravedad.
– Su implicación con los agujeros negros.
– Como base para relacionar las Fuerzas fundamentales.
– Su implicación con el tiempo.